La mejor materia prima es elucubración dispersa, es contradicción organizada, es gamberrismo ilustrado, es humor combativo. Emilio es un personaje polifacético, descontrolado, que lo único que tiene claro es que el protocolo habitual de comportamiento y las normas éticas no son de obligado cumplimiento, y que coger el camino más largo a veces es muy productivo. Aunque también agotador.
En esta obra se diseccionan las grandezas y las miserias de nuestra sociedad. El protagonista, Emilio Cifuentes, es un octogenario peculiar, que se aburre tomando el sol. Quiere acción. Al despertarse cada mañana se mira al espejo y lanza un murmullo inquietante: “Comienza la batalla”. Se enfrenta a un proxeneta conocido como el Salvaje. Imparte clases de anatomía en un mercado. Comparte bocadillos con suicidas. Se codea con ministros borrachos. Y a la vez, reflexiona sobre temas como la violencia, la amistad, el arte, la belleza, el sexo, la economía...